Las maderas cómplices no crujieron.
Me encontré de lleno en la noche oscura, al desamparo...

... Supe de inmediato que
el Cristo de la Capella Brancacci
había cerrado los ojos
para no verme pasar.
Corrí por la derecha unos cien metros,
... me demoró el vacío inmenso que el río provocaba en la ciudad.
En la mitad del puente me detuve, en el peralte de la leve curva de piedra suspendido encima del Arno, y me animé a mirar a los lados.
... fue entonces que giré sobre mis pasos y miré atrás....
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