miércoles, 29 de agosto de 2012

Ñ Revista de Cultura



    Ñ   Revista 14/07/12





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                                                                                        8/09/12






                                               


lunes, 20 de agosto de 2012

miedos..





















Siento este dolor en el pecho, y este desasosiego
que día a día se acrecienta y me horada…
Me quedaría en la cama, bajo esta frazada el resto de mi vida,
para no tener que incorporar el cuerpo ya más.   
Porque esa postura implica enfrentarse a los demás.
A ellos, que me observan y conjeturan sobre mí;
ellos, que me preguntan y me dicen;
ellos, a quienes temo
y de quienes me he protegido detrás de unos muros.
Jugaba a veces a salir, pero solo tiempos cortos y específicos,
para demostrarme a mí misma
lo bien que hacía escondiéndome.
Porque el mundo es hostil  yo cada vez más vulnerable.
¿Quién podrá protegerme ahora, extramuros?
¿Alcanzará la mano de Dios,
que me sigue sosteniendo en su misericordia
a pesar de mis pecados?
¿Alcanzará para salvarme de mi monstruo interior?
¿O Él también un día permitirá que me salga de su círculo
y quede desnuda frente a todos?
¡Dios no lo permita!
¡Me quedaría en la cama, 
bajo esta frazada el resto de mi vida!

Pero Dios me dice que no.
Y yo obedezco y me levanto.